
El problema de desarrollo en América del Sur y del Centro se ve retardado y restringido por su palpable debilidad administrativa, falta de dirección y gestión. En Perú desde que los pueblos originarios alcanzaron un Estado floreciente en el campo económico y social –principalmente en la agricultura e hidráulica– enfrentándose a dificultades geográficas del terreno, climas, etc., permitió una producción variada con un sistema de distribución de alimentos suficiente para toda la población basado en la reciprocidad. Lamentablemente, desde 1532 la agricultura y pesca dejó de ser una actividad fundamental en lo económico –dejó de ser autónomo–, orientándose más bien a la minería (extracción de oro y plata) para la exportación. A cambio se importaban productos manufacturados y alimentos pasando a ser una nación dependiente sin METAS, sin PLANIFICACIÓN y sin VISIÓN, conformándose posteriormente con ser un pueblo primario exportador de minerales e hidrocarburos con beneficios cíclicos o coyunturales por los precios internacionales de productos tradicionales y las exportaciones llamadas no tradicionales, muchas de las cuales también son del sector primario extractivo hasta nuestros días con magros resultados y sin solucionar los grandes problemas de desigualdad.
Este proceso ha sido negativa y sigue siendo negativa generando crisis cíclica que gravita no sólo en el orden fiscal (evasión de impuestos, contrabando, etc.), sino también el imperio de la informalidad de empresas como: servicios, comerciales y de producción al margen de la Ley y una crisis de valores (delincuentes y argollas enquistadas disfrazados de funcionarios en el gobierno que se creen indispensables), independientemente de la falta de incentivos para ser formal en Perú. Peor aún, han quedado comprometidos nuestros recursos (materias primas) en condiciones de notoria desventaja con otros Estados, lo que determina su dependencia de poderes económicos, lesionando nuestra soberanía y dignidad, postergando indefinidamente toda transformación que haga posible superar nuestro actual estado de subdesarrollo, donde la mayoría de organizaciones de empresas comerciales y de producción mantienen esquemas tradicionales y obsoletos de visión, ejecución y control de sus negocios sin pensar en la comunidad y más bien buscan maximizar sus propios beneficios.
Mientras en Perú el aparato productivo sea siempre de servicios y comercio (capitales comerciales) y esté ausente el capital para la producción, entonces la mayor parte de peruanos no estará insertado en la economía, por lo tanto, se requiere crear una nueva estructura productiva desterrando los poderes fácticos como: contrabando, evasores de impuestos, narcotráfico y corrupción en los poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo (gobierno central, regional y local) y Judicial.
A nivel mundial, como consecuencia de la Revolución Industrial, en Inglaterra , siglo XVIII, con nuevos sistemas de producción con el uso de máquinas surge una serie de transformaciones no sólo en lo cultural sino la producción en serie con la aplicación de materias como: hierro, carbón y textiles, cuyo resultado es la enorme demanda de bienes que permitió: la organización de negocios apoyado en políticas de ventas, la especialización en la industria y la división del trabajo y consecuentemente nacen nuevas disciplinas para su entendimiento y dirección de manera integral. Sin embargo, los ejecutivos de la mayoría de empresas sienten la necesidad que para tomar decisiones se requiere de conocimientos globales de la empresa, o sea, tener una visión micro y macro de la misma con cierto dominio de disciplinas relacionados a la gestión empresarial.
Durante la década de los 50 y 60 del siglo XX, el progreso tecnológico en Estados Unidos, con los estudios de OLaf Helmer y Meter Gordon en la Rand Corporation, y en Europa, con la propuesta de Gaston Berger en la Revue de Deux mondes, nace la disciplina científica denominado PROSPECTIVA palabra que viene del Latín “Prospicere” que significa “ver a lo lejos”, que permitió el desarrollo empresarial y tecnológico en el mundo entero (Dr. Francisco J. Mojica).
No hay actividad humana que no tenga un PLAN, pues el arte de conducir es ser timonel de un plan para lograr objetivos tratando de reducir la incertidumbre. Por eso, las empresas modernas y los Estados modernos usan el Plan como guía de acción para predecir el futuro. Por ello, la Planificación ya era idea importante a mediados del siglo XX, por tal razón, a comienzos de 1960, se funda la Planificación en Perú creándose por Ley 14220 de fecha 19 de octubre de 1962 y cuyo objetivo fue: la orientación, coordinación, evaluación y formulación de planes de desarrollo económico y social en el corto, medio y largo plazo, que condujeran a una mejora de las condiciones de vida materiales y culturales de la nación.
La corrupción campeante y reptante hasta la imposición de “para mis amigos todo y para mis enemigos la Ley” en junio de 1992 se desactivó el Instituto Nacional de Planificación, por Decreto Ley 25548, transfiriéndose sus funciones a diversos sectores. Grave error que el tiempo ha confirmado, porque en América del Sur únicamente Argentina y Perú desactivaron sus sistemas de Planeamiento actuando desde esa fecha con una visión cortoplacista para alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo, crecimiento y adecuada integración a la economía global. Pero renace la esperanza. En el 2002 el gobierno planteó la necesidad de una VISIÓN PROSPECTIVA en la planificación del desarrollo y propusieron la creación de un nuevo Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), organismo que sería el ojo ciclópeo que conduciría el reto de pensar el futuro a partir de la historia y la realidad del presente.
En el 2005 se impulsa el trabajo en PROSPECTIVA a nivel de gobierno como política de Estado donde se convoca a participar a instituciones más representativas en el campo científico tecnológico especialmente al Ilustre Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) y como respuesta a esta inquietud el Congreso Nacional de Consejos Departamentales (CNCD-CIP) realizado en Puno en septiembre de 2005, aprobó la creación del Instituto de Prospectiva y Desarrollo Estratégico que permita un estudio y desarrollo ordenado para un futuro favorable a los peruanos. Esperemos que este esfuerzo no quede trunco.
En 1969, Ingeniería Administrativa -con orientación práctica en la solución de problemas y toma de decisiones en la organización del trabajo en todo tipo de empresas y con espíritu crítico-, emerge en la escena nacional permitiendo la posibilidad de que los problemas sean analizados y resueltos multi- disciplinariamente. Por esta razón, Ingeniería Administrativa surge como una necesidad que permita armonizar todas las disciplinas que convergen en la gestión empresarial de producción, comercio y servicios, así como en los Poderes del Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), entre otros.
Pioneros de la profesión en Ingeniería Administrativa, encontramos en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Lima), allí se instruye a peruanas y peruanos y uno de sus objetivos es también, impulsar la formación de profesionales empresarios.
El desarrollo y mejora permanente de los niveles de vida de la población, la explotación y aprovechamiento de los recursos y el progreso de una industria apropiada a nuestra realidad están claramente orientados a fortalecer nuestra Ingeniería de acuerdo con su rama o especialidad. Ingeniería Administrativa no es ajena a esta realidad. En 1981, Ingeniería Administrativa, para su mejor entendimiento, planteó como objetivo: estudiar, proyectar y promover los modelos administrativos de carácter PROSPECTIVO de acuerdo con los fines y propósitos de una institución (privada, pública) para lograr una mayor PRODUCTIVIDAD. Más de tres décadas esta especialidad está enraizada en Perú y es corresponsable de su destino: una ingeniería creciente, con soluciones compatibles con su realidad, con una formación ética y académica que avanza profesionalmente.
En el seno del ilustre Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), Consejo Departamental de Lima CDL-CIP, a través del Capítulo de Ingeniería Económica y Administrativa como instancia operativa en el CDL-CIP se trabaja en la búsqueda de un modelo empresarial donde la calidad y la excelencia sea un objetivo por alcanzar.
Dentro del contexto internacional, la especialidad tiene posibilidad de contacto institucional con la Universidad Nacional de Colombia Sección Medellín -lugar donde también se estudia Ingeniería Administrativa- con quienes, en oportunidad anterior, se compartió experiencias en el I Congreso Nacional de Ingeniería Administrativa realizado en Lima en 1990 cuyo objetivo fue: “Veinte años de Ingeniería Administrativa en el Desarrollo de la Gestión Empresarial”, y en 1996 se realizó el II Congreso trazándose como objetivo: Consolidar la especialidad como alternativa profesional para la Gerencia de acuerdo con los avances tecnológicos, la globalización de la economía y competitividad empresarial.
Saludo a los Ingenieros administrativos que se encuentran dentro y fuera del territorio nacional y manifestarles que tenemos una ardua y laboriosa tarea de servicio para la plena realización de la persona, luchando contra todo aquello que limite su existencia.
César L. Suárez Rojas